Refugiarnos en la palabra de Dios y en los Salmos plasmados en las Sagradas Escrituras, es recomendable en esos momentos de gran pena y tristeza. Ya que nadie está exento de perder a un ser querido y esta es una dura prueba que debemos enfrentar con valentía. Claro está, siempre de la mano de nuestro Padre Celestial.
Reconfortantes Salmos Salmos de consuelo al perder un ser querido que te conferirán el consuelo
Si te sientes abatido y no encuentras las palabras apropiadas para pedirle a Dios por el aliento que tu alma necesita, te aconsejamos leer estos Salmos de consuelo al perder un ser querido. Ya que aquí, vas a apreciar bellas palabras que te ayudarán a encontrar mucha paz y serenidad. Para que sepas enfrentar esta situación de la mejor manera y el Creador le otorgue descanso a tu espíritu.
Salmos 6
La lectura de este Salmo, nos hace reflexionar respecto al dolor y la tristeza que el Rey David tuvo que enfrentar en algún momento de su vida. Todo esto, formó parte de las pruebas a ser superadas en este plano terrenal para su posterior crecimiento espiritual. Por lo que no dudó ni un instante en buscar la misericordia del Señor y refugiarse en sus amorosos brazos para que le permitiera salir adelante en su camino.
Oh Señor, no me reprendas en tu enojo
ni me disciplines en tu ira.
Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil;
sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.
Mi corazón está angustiado;¿Cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?
Vuelve, oh Señor, y rescátame;
por tu amor inagotable, sálvame.
Pues los muertos no se acuerdan de ti;
¿quién puede alabarte desde la tumba?Estoy agotado de tanto llorar.
Toda la noche inundo mi cama con llanto;
la empapo con mis lágrimas.
El dolor me nubla la vista;
tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.Váyanse, todos ustedes que hacen el mal,
porque el Señor ha oído mi llanto.
El Señor ha escuchado mi ruego;
el Señor responderá a mi oración.
Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados;
que retrocedan de golpe, avergonzados.Amén.
Salmos 4
Si necesitas sentir alivio y serenidad en el corazón, la lectura de este Salmo te vendrá de maravilla. Ya que aquí, se puede ver como David clamó al Señor y sus plegarias fueron escuchadas. Porque a pesar de que en el momento nos sintamos tan tristes y abatidos, Dios siempre nos brindará el consuelo tan anhelado para superar la pérdida de nuestro ser querido.
Respóndeme cuando clamo a ti,
oh Dios, tú que me declaras inocente.
Libérame de mis problemas;
ten misericordia de mí y escucha mi oración.¿Hasta cuándo, señores, arruinarán mi reputación?
¿Hasta cuándo harán acusaciones infundadas contra mí?
¿Hasta cuándo seguirán con sus mentiras?
De algo pueden estar seguros:
el Señor ha separado para sí a los justos;
el Señor me responderá cuando lo llame.No pequen al dejar que el enojo los controle;
reflexionen durante la noche y quédense en silencio.
Ofrezcan sacrificios con un espíritu correcto
y confíen en el Señor.Muchos dicen: «¿Quién nos mostrará tiempos mejores?».
Haz que tu rostro nos sonría, oh Señor.
Me has dado más alegría
que los que tienen cosechas abundantes de grano y de vino nuevo.
En paz me acostaré y dormiré,
porque solo tú, oh Señor, me mantendrás a salvo.Amén.
Te invitamos a leer estos Salmos de esperanza y fortaleza.
Salmos 18: 28-35
Como bien puede leerse en la primera línea de este hermoso Salmo, solo Dios puede iluminar nuestro camino en la penumbra. Especialmente, cuando un ser querido parte de este plano terrenal y necesitamos salir de la melancolía y el dolor. Si confiamos y seguimos su Santa Voluntad, podremos encontrar el consuelo y tener la convicción de que en el Paraíso, volveremos a reencontrarnos con nuestros familiares.
Enciendes una lámpara para mí.
El Señor, mi Dios, ilumina mi oscuridad.
Con tu fuerza puedo aplastar a un ejército;
con mi Dios puedo escalar cualquier muro.El camino de Dios es perfecto.
Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas.
Él es escudo para todos los que buscan su protección.
Pues ¿quién es Dios aparte del Señor?
¿Quién más que nuestro Dios es una roca sólida?
Dios me arma de fuerza
y hace perfecto mi camino.Me hace andar tan seguro como un ciervo
para que pueda pararme en las alturas de las montañas.
Entrena mis manos para la batalla;
fortalece mi brazo para tensar un arco de bronce.
Me has dado tu escudo de victoria.
Tu mano derecha me sostiene;
tu ayuda me ha engrandecido.
Has trazado un camino ancho para mis pies
a fin de evitar que resbalen.Amén.
Salmo 86: 1-7
En esos momentos de gran depresión y tristeza, es conveniente rezar en voz alta este Salmo. Para que así, le pidas al Señor que alegre un poco tu corazón y te conceda paz en el alma. Recuerda que a pesar de la angustia vivida, hay que alabar al Creador y pedirle con mucha fe para que venga en nuestra ayuda. Siempre que tengas un problema o dificultad en tu camino, eleva tus plegarias al Cielo y clama por la infinita Misericordia del Padre Amado.
Inclínate, oh Señor, y escucha mi oración;
contéstame, porque necesito tu ayuda.
Protégeme, pues estoy dedicado a ti.
Sálvame, porque te sirvo y confío en ti;
tú eres mi Dios.Ten misericordia de mí, oh Señor,
porque a ti clamo constantemente.
Dame felicidad, oh Señor,
pues a ti me entrego.¡Oh Señor, eres tan bueno; estás tan dispuesto a perdonar,
tan lleno de amor inagotable para los que piden tu ayuda!
Escucha atentamente mi oración, oh Señor;
oye mi urgente clamor.
A ti clamaré cada vez que esté en apuros,
y tú me responderás.Amén.
Mira este artículo sobre Versículos para enfrentar la soledad.
Salmo 147: 1-6
Aquí, podemos aprender que es importante alabar al Padre, aun en esos momentos de abatimiento por haber perdido a un ser apreciado. Porque si no alabamos y bendecimos a nuestro creador, no podremos disfrutar de su gracia y gozo en nuestros corazones. La grandeza y la bondad de Dios son grandes y nunca debemos dudar de su palabra de vida.
¡Alabado sea el Señor!
¡Qué bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios!
¡Qué agradable y apropiado!El Señor reconstruye a Jerusalén
y trae a los desterrados de vuelta a Israel.
Él sana a los de corazón quebrantado
y les venda las heridas.
Cuenta las estrellas
y llama a cada una por su nombre.
¡Qué grande es nuestro Señor! ¡Su poder es absoluto!
¡Su comprensión supera todo entendimiento!
El Señor sostiene a los humildes,
pero derriba a los perversos y los hace morder el polvo.Amén.