Comunicarnos asertivamente con el Creador, es una rutina que debemos adquirir como buenos cristianos. Ya que, es importante glorificar al Señor por medio de nuestras plegarias para así recibir las múltiples bendiciones y buenos propósitos que Dios tiene reservados para nosotros. Así que, te invitamos a conocer los rezos y oraciones más empleados por la Iglesia Católica en el mundo.
¿En qué momento puedo realizar los rezos y oraciones católicos?
Es preciso que honremos a Dios Padre Todopoderoso a diario, ya sea al despertar o en la noche antes de acostarnos a dormir. Así como también, puedes realizar estos rezos y oraciones cuando te sientas atrapado en algún momento de suma dificultad, para de esta forma encontrar la paz y la serenidad que tanto necesitas.
Te recomendamos, que antes de comenzar a hacer estos rezos y oraciones, realices una pequeña plegaria pidiendo al Señor por las cosas que necesitas en tu vida. Ya sea en el plano material así como en el espiritual. Sin olvidar además, que debes agradecerle a Dios infinitamente por su guía, su ayuda y las bendiciones que siempre te concede. De esta forma, vas a recibir todo el amor que el Padre tiene para ti.
Principales rezos y oraciones católicos
En este texto, vamos a brindarte una serie de rezos y oraciones muy bien especificados para que los realices siempre. De esta manera, podrás agradecer y glorificar a Dios Padre Todopoderoso para que su protección y su guía nunca desamparen tus pasos. Cabe destacar, que vamos a comenzar primero con los rezos más comunes de la Iglesia Católica y seguidamente, procederemos con las oraciones.
Padre Nuestro
Este es uno de los rezos más conocidos en todo el mundo. Dado que, es la forma más bonita y espiritual que nuestro Señor Jesucristo nos dejó para comunicarnos con el Padre. Te aconsejamos que realices este rezo de corazón y con mucha humildad para acercarte cada vez más a Dios y que cada una de tus palabras sea escuchada.
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
El Credo
Rezar con fe y humildad el Credo que los apóstoles de Jesús nuestro Señor nos dejaron, resulta ser ideal para afirmar nuestras creencias. Ya que aquí, se glorifica al Padre Creador del Universo, a su hijo amado que entregó su vida y derramó su sangre por nosotros, así como a la Virgen María y a todos los Santos que están en el cielo. Quienes siempre obran a nuestro favor y nos dan esperanza para algún día alcanzar la vida eterna en compañía de nuestros seres queridos.
Creo en Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado,
muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha
de Dios, Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
en la santa Iglesia católica,
en la comunión de los santos,
en el perdón de los pecados,
y en la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
Ave María
Realizar un rezo a la Virgen María, nos permitirá acercarnos a su hijo amado, Jesús. Por medio de ella, podemos pedir para que interceda en nuestro favor, nos cuide y no nos desampare en el camino. Así que pídele a la Virgen María con mucho fervor para que escuche tu llamado y te ayude en todo lo que necesites, recuerda que también es nuestra madre y debemos agradecerle por estar siempre a nuestro lado.
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo. Bendita tú eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Al realizar este hermoso rezo, podrás glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Resulta ser muy corto y sencillo pero cada palabra tiene gran poder, así que te recomendamos que lo hagas a diario.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Consagración a la Virgen María
Este precioso rezo nos permite consagrarnos ante la Virgen María, para que esté presente en cada uno de nuestros días. Así como para que nos permita tomar decisiones sabias y no nos desampare en los momentos más difíciles.
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a ti, en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día: mis ojos, mis oídos, mi lengua,
mi corazón, en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo
¡Oh Madre de bondad!
Guárdame y defiéndeme
y utilízame con instrumento
y posesión tuya. Amén.
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Salve Regina
Con este rezo, estamos reconociendo a la Madre de Jesús, como nuestra reina y también como nuestra segunda madre. En cada palabra, dejamos caer nuestras penas y todo lo que nos agobia en las manos de la Virgen. Para que de esta forma, nos conceda paz y serenidad a nuestros corazones y nos resguarde de todo el mal que hay en la tierra.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia;
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este
valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Oración al Señor de la Misericordia
Esta oración, es perfecta para pedirle con mucha fe a Jesucristo nuestro Señor para que nos ayude a salir de aquellos momentos de necesidad. Así como para que nos conceda toda la serenidad y la calma que nos permita manejar cualquier situación desfavorable de la mejor manera posible.
Oh Señor mi dulce amigo
cuatro cosas hoy te pido con mucha necesidad.
Paciencia para sufrir.
Fuerza para trabajar.
Valor para resistir las penas que han de venir
y me han de mortificar.
Temperamento sereno para poder
resolver las cosas con santa calma.
Y así tener en el alma perfecta tranquilidad.
Esto tengo que pedirte oh mi Jesús adorado
en este día consagrado para adorarte y servirte
por siempre. Amén.
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Invocación y oración al Espíritu Santo
El Espíritu Santo siempre nos concede sabiduría para hacer frente a los momentos más difíciles de nuestras vidas. Pídele con mucha devoción para que su brazo protector nunca se aleje de tu lado y para que siempre guíe tu camino en la dirección correcta que lleve conduzca al Padre.
Ven, Espíritu Santo Y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres.Ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma,suave alivio de los hombres.
Tú eres descanso en el trabajo,
Templanza en las pasiones,
Alegría en nuestro llanto.
Penetra con tu santa luz en lo más íntimo
del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina, no hay nada en el hombre,
nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez,
cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra frialdad,
corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles que confían en Ti,
tus siete sagrados dones.
Premia nuestra virtud,
Salva nuestras almas, danos la alegría eterna.
Amén.
Oración al Ángel de la Guarda
Si deseas estar siempre resguardado y protegido, te aconsejamos que realices esta bonita oración a tu Ángel de la Guarda. Para que nunca te abandone y te ayude en los momentos de mayor necesidad. De modo que cada vez que salgas de tu hogar, tengas su compañía.
Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares,
ni de noche ni de día,
no me dejes solo, que me perdería,
hasta que me pongas, en paz y alegría,
con todos los santos, Jesús y María,
te doy el corazón y el alma mía
que son más tuyos que míos.
Amen.
Hemos llegado al final de estos hermosos rezos y oraciones católicos que puedes realizar en cualquier momento del día o la noche. Recuerda que es importante elevar nuestras plegarias al cielo con mucha fe y devoción para que el Padre nos escuche y atienda a nuestro llamado. Así como para rendirle todo el honor y la gloria que se merece.