Una de las mejores formas de honrar a la madre de nuestro Señor Jesucristo, es por medio del Rosario. Una tradición que viene desarrollándose desde hace muchos años atrás por la Iglesia Católica y que nos permite tener un encuentro más cercano con la Virgen María. Así que te invitamos a seguir leyendo para enseñarte a cómo rezar el rosario.
¿Cuál es el principal propósito de rezar el Santo Rosario y cuando hacerlo?
Al momento de realizar el rezo del Rosario, estamos descubriendo y reconociendo todo el sacrificio que Jesús hizo por todos nosotros. De esta manera, nos adentramos en su vida, en su muerte y en el día de su resurrección, glorificándolo y alabándolo desde la tierra. Además, también honramos a la Virgen María, la madre de nuestro Señor, quien siempre permaneció fiel a su lado.
Cuando tomamos unos minutos de nuestro tiempo y rezamos el Rosario, miles de bendiciones descienden sobre nosotros. De igual manera, encontramos el sosiego y la paz que tanto necesitamos en momentos de angustia o aflicción. Mientras que también podemos interceder por nuestros familiares y seres queridos para que Dios y la Virgen les concedan toda la paz a sus almas.
Es preciso que sepas, que puedes rezar el Rosario cada vez que lo amerites, ya sea que vayas a realizar algún proyecto importante y necesites encomendarte al Creador o simplemente para dar gracias por todo lo que Dios te ha concedido. Igualmente, puedes rezarlo para pedir por la paz del mundo, especialmente en estos momentos tan caóticos que la humanidad está enfrentando.
Forma correcta de rezar el Rosario
Realizar la oración del Santo Rosario es algo muy sencillo de llevar a cabo, basta con que tengas mucha fe y realices cada uno de los pasos que a continuación te indicaremos. Así que lo primero que debes hacer es persignarte por medio de la señal de la cruz: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración para comenzar a rezar el Santo Rosario
Señor Jesús, me presento ante ti; tal como soy.
Te pido perdón por mis pecados, me arrepiento de ellos,
Por favor, perdóname.
En tu nombre perdono a todos los que me han ofendido,
Renuncio al pecado, a Satanás, a los espíritus maléficos y
A todas sus obras.
Me entrego por completo a ti con todo mí ser.
Señor Jesús ahora y siempre, te invito a entrar en mi vida.
Te acepto como mi Señor, Dios y Salvador.
¡Cúrame, cámbiame, fortaléceme, en cuerpo, alma y espíritu!
Ven Señor Jesús, cúbreme con tu preciosa sangre, y lléname del
Espíritu Santo.
Te amo, Señor Jesús, te alabo, Señor Jesús y
Te doy gracias, te seguiré cada día de mi vida.
Amén.
María Madre mía.
Reina de la Paz, de los ángeles y de todos los santos, ayúdame.
Amén.
Ofrecimiento y Petición
En esta parte, vas a realizar todas las súplicas y ruegos para que la Virgen María interceda por ti y te ayude a salir de todas las dificultades que puedas estar enfrentando. Asimismo, es preciso que ores con mucha devoción y también agradezcas por todas las cosas buenas que hay en tu vida, para que todo siga marchando bien y no falte salud ni pan en tu hogar. Es muy importante, que todo esto salga desde el fondo de tu corazón y que haya mucha humildad en cada una de tus palabras.
Los misterios del Santo Rosario
En esta sección, se presentan los misterios que procederás a rezar dependiendo del día de la semana en el que te encuentres. En todos ellos, podrás apreciar la vida de Jesucristo desde el inicio en Belén, hasta sus últimos días.
Lunes y sábado: Misterios Gozosos
- La Visitación de nuestra Señora a su prima Isabel.
- El nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén.
- La presentación de Jesús en el Templo.
- El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.
Martes y viernes: Misterios Dolorosos
- La oración en el Huerto.
- La flagelación de Jesús atado a la columna.
- La coronación de espinas.
- Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario.
- La crucifixión y muerte de Jesús.
Miércoles y domingo: Misterios Gloriosos
- La Resurrección del Hijo de Dios.
- La Ascensión del Señor al cielo.
- La venida del Espíritu Santo.
- La Asunción de María al cielo.
- La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado.
Jueves: Misterios Luminosos
- El Bautismo en el Jordán.
- Las bodas de Caná.
- El anuncio del Reino de Dios.
- La Transfiguración.
- La instauración de la Eucaristía.
¿Cómo comenzar entonces?
Ahora que ya conoces todos los misterios y los días correspondientes para rezarlos, tienes que ubicarte en la lista del día que te corresponda y comenzar con el primer misterio. Para cumplir con esto, tienes que rezar primeramente un Padre nuestro y 10 Ave Marías, todo esto con la ayuda del Rosario, el cual puedes adquirir en cualquier tienda religiosa.
Luego de que hayas terminado, debes acotar en voz alta lo siguiente:
“María madre de gracia y Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos Gran Señora”.
“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia, Amén”.
Ahora bien, debes continuar de la misma manera pero con los cuatro misterios restantes, hasta culminar todos los cinco misterios del día que te corresponda. Al momento de finalizar, debes mencionar lo siguiente:
“Corazón doloroso e inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti”.
“Madre de Dios y Madre nuestra, sálvanos, por la llama de amor de tu inmaculado corazón, por este Santo Rosario atamos a tu inmaculado corazón a nuestra familia, a nuestra comunidad, a nuestra patria y al mundo entero. ¡Sálvanos!”
Pautas que debes seguir para finalizar
Para culminar el rezo del Santo Rosario, es preciso que realices un Padre Nuestro, tres Ave Marías y un Gloria: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Asimismo, debes realizar el rezo de Salve Regina el cual dice lo siguiente:
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Es, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén.
Por último, debes realizar una Oración para después del Rosario, repitiendo las palabras que te mostramos a continuación:
Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por su vida, muerte y Resurrección nos ha merecido el premio de la bienaventuranza eterna, concédenos a quienes meditamos los misterios del Santísimo Rosario de la Virgen María, imitar lo que en ellos se contiene y alcanzar lo que prometen, por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
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Letanías Lauretanas
Para complementar el rezo del Santo Rosario, debes decir en voz alta las siguientes Letanías Lauretanas que consisten en alabanzas y súplicas dedicadas a las Santísima Virgen María.
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanosDios Padre celestial.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo.
Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios.Santa María,
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes,
Ruega por nosotros…
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la Misericordia
Madre de la divina gracia,
Madre de la Esperanza
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
“Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén”.
“Te pedimos, Señor, nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos librados de las tristezas presentes y gocemos de la eterna alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén”.
Ahora, se reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria, por las intenciones del Papa, y las benditas ánimas del purgatorio. Todo esto, acompañado de la siguiente oración:
“Señor Jesús, que nuestros pies vayan juntos, que nuestras manos recojan unidas, que nuestros corazones latan al unísono, que nuestro interior sienta lo mismo, que el pensamiento de nuestras mentes sea uno, que nuestras miradas se compenetren profundamente fundiéndose la una en la otra y que nuestros labios supliquen juntos al eterno Padre para alcanzar la misericordia. Amén.
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Oración final dedicada a San José
Oh Dios, que en tu inefable providencia te has dignado elegir al Señor San José, esposo de la Santísima Madre y Padre de Jesús, concédenos, te suplicamos, que al que veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerlo por intercesor en los cielos. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración final a la Virgen María
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes, ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes, ya que me proteges tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
¿Por qué debemos rezar el Santo Rosario?
Una de las razones más importantes para hacerlo, es porque nuestra Madre la Virgen María, prometió a sus hijos muchas bendiciones y buenos augurios para quienes realicen su oración con mucha fe y devoción. Así que al rezar el Rosario constantemente, la gracia de la Santísima Virgen María descenderá sobre ti y sobre los seres por los que pidas bendiciones y protección.
Dentro de las promesas que hizo la Virgen si rezamos el Rosario, se encuentran las siguientes:
- Miles de gracias especiales para quienes recen con fervor el Santo Rosario.
- Protección y gracia divina de la Santísima Virgen.
- Destrucción de los vicios, los pecados y las herejías.
- Virtud y abundantes buenas obras para las almas, quienes se santificarán al rezar el Rosario.
- Toda alma que se encomiende a la Virgen en el Santo Rosario, no perecerá.
- Toda persona que rece con fe el Rosario, no conocerá desdicha, y tendrá vida eterna.
- Los devotos del Santo Rosario no perecerán sin los Sagrados Sacramentos.
- Quienes recen con fervor el Rosario, encontrarán la luz de Dios en el momento de su muerte, encontrando el camino al paraíso.
- Las personas que recen con fe, estarán libres de ir al purgatorio.
- Los niños que recen el Rosario, merecerán alto grado de Gloria en el cielo.
- Todas las peticiones y bendiciones serán concedidas si se reza el Rosario.
- Las personas que den a conocer el Rosario a su prójimo, serán asistidos por la Virgen en todas sus necesidades y padecimientos.
Ahora que ya conoces la forma correcta de rezar el Santo Rosario, te recomendamos que comiences con prontitud. Y además, compartas lo aprendido con tus familiares y seres queridos para que juntos recen y reciban las miles de bendiciones por parte del Padre y de la Santísima Virgen María.